sábado, 5 de julio de 2014

MICROCOSTOS - sexta entrega

Continuando con nuestra serie denominada MICROCOSTOS, y en consonancia con nuestra misión, hemos seleccionado para publicar una interesante ponencia, la cual presenta en forma conscisa y concreta las características de los microemprendimientos, la microempresa y los emprendedores.

Entendemos que puede aportar, como comunicación introductoria, a aquellos estudiantes y profesionales que  y deseen interiorizarse en el tema, y sobre todo a personas con interés o deseos de iniciar un emprendimiento a partir del dominio de sus oficios, necesitando de estos primeros comentarios para ubicarse en las características básicas de una microempresa y en las condiciones personales que deben asumir para llevarlas adelante.


Los microemprendimientos productivos

Desarrollado por: Gustavo Bertolini - gustavobertolini@yahoo.com.ar
Cooperativa de Provisión de Agua Potable de Merlo Ltda. - coopagua@merlo-sl.com.ar
Curso: “Generación de Emprendimientos Productivos, Asociativismo y Cooperativismo”

Cada vez es más importante el rol de los micro y pequeños emprendedores como factor de dinamización de las economías regionales, tanto en la creación de posiciones de trabajo, como en la generación y adopción de actitudes innovadoras y en la canalización de las energías productivas de la sociedad. En definitiva como agentes promotores del desarrollo local.


Un microemprendimiento unipersonal, una cooperativa de pequeños productores o de trabajadores, una agrupación de colaboración empresaria o una unión transitoria de pequeñas empresas no necesariamente deben ser ineficientes o no competitivas, sólo deben saber aprovechar las ventajas endógenas e iniciar un proceso de aprendizaje permanente en la organización que será sin lugar a dudas la mejor herramienta para alcanzar el éxito.

El asociativismo, y particularmente el cooperativismo son los medios para que esa franja de nuestra sociedad, que son los hombres y mujeres con iniciativa, creatividad y capacidades esenciales, adquieran la formación adecuada como microemprendedores y luego potencien esas cualidades a través del trabajo conjunto y solidario que les permita defenderse con armas eficaces frente a un mundo globalizado y a un mercado globalizado en el que generalmente los pequeños emprendimientos no mueren de “muerte natural” sino producto de la feroz competencia en la que se ven beneficiados los que más poder económico tienen.

Para entender el concepto de autogestión, debemos comenzar por definir lo que es un microemprendedor, esta es una definición que se ha comenzado a utilizar hace algunos años y en realidad describe lo que normalmente conocemos como el trabajador autónomo o el “cuentapropista”, es decir aquellas personas que ya sea por decisión propia, para aprovechar cualidades innatas se dedica a una actividad por cuenta propia, o por estar excluido del sistema laboral o sencillamente por no encontrar satisfacción en los trabajos en relación de dependencia.

Aquí entramos en un universo integrado por mecánicos, panaderos, costureras, pintores, albañiles, apicultores, horticultores, artesanos, y un sin número de actividades a las que se dedican millones de personas y en las cuales encuentran su medio de supervivencia y en muchos casos el paso inicial para el desarrollo de una empresa que permite no solo generar una actividad para el grupo familiar sino crear fuentes de trabajo para otras personas.

Una definición de microempresa, tomada por la Secretaría de PyMES de la Nación1 , la describe de acuerdo a las siguientes características:

Puede ser unipersonal o de un número ilimitado de propietarios, generalmente miembros de la familia.

Tienen un activo fijo y existencias hasta $ 100.000.

La facturación anual máxima es entre $150.000 y $ 240.000

Ocupan hasta diez trabajadores.

El/los propietarios ejercen un rol protagónico e hiperactivo que les otorga un fuerte liderazgo.

El gerenciamiento y los controles contables se hacen por intuición, con falta de
capacitación técnica para lograrlos.

El/los propietarios conocen el negocio y la empresa. No siempre el mercado.

Tienen ascendiente sobre el cliente, pero deben modificar y sistematizar la técnica.

Características de las microempresas

Las microempresas, generalmente son unipersonales o integrada por grupos que adoptan la figura de cooperativas de trabajo o sociedades de hecho, en algunos casos avanzan a la formación de pequeñas sociedades comerciales, como por ejemplo, las Sociedades de Responsabilidad Limitada (S.R.L), aunque esto no es lo más usual.

Encuentran serias dificultades para atravesar el período embrionario, es decir, el tiempo que transcurre desde que nace hasta que logra su autoabastecimiento. En la mayoría de los casos sus integrantes necesitan generar recursos inmediatos para su propia subsistencia y la de sus grupos familiares y esto impide realizar inversiones necesarias para alcanzar el desarrollo empresario.
Algunas características positivas son:

Se insertan rápidamente en el mercado debido a la facilidad de adaptarse a los cambios.

Se inician con un pequeño capital

Tienen bajos costos para la producción de bienes y/o servicios.

Los microempresarios se caracterizan por ser personas con fuerte personalidad, fortaleza

frente a las adversidades y fuerte liderazgo.

Se desenvuelven en espacios territoriales pequeños, impulsan el desarrollo local y toman contacto directo con los consumidores.

No obstante a menudo se enfrentan con situaciones conflictivas muchas veces ocasionadas por sus propias debilidades, como ser:

Compiten con productos de empresas de gran tamaño, que utilizan estrategias de posicionamiento de mercado y competencia basadas en importantes inversiones a las que la microempresa no puede acceder

Fuertes prejuicios contra el asociativismo, desconocimiento de las formas asociativas y sobre gestión de emprendimientos asociativos.

En muchos casos el hecho de iniciar las actividades en la informalidad, al no poder afrontar los compromisos fiscales, se transforma en un factor limitante para expandir el negocio.

El individualismo, que conduce indefectiblemente al aislamiento, no les permite acceder a las fuentes de información y capacitación.

En general los microempresarios no cuentan con formación en gestión empresarial, se manejan más por intuición y sentido común, siendo justamente la falta de organización otro factor limitante para su crecimiento.
Tienen serios impedimentos para adquirir nuevas tecnologías, a pesar de estar predispuestos a ello, precisamente por las dificultades para acceder al crédito.

En general se limitan a comercializar en el mercado interno por no alcanzar los niveles de escala, de calidad y de gestión para incursionar en mercados externos.

En definitiva si hacemos un análisis del escenario actual, podremos observar que la mayoría de las microempresas que fracasan, lo hacen durante el período embrionario, es decir dentro del primer año de vida, la mayoría de los microempresarios alcanzan los objetivos luego de varios intentos y siempre y cuando estén predispuestos a aprender de los errores, en general reciben poco apoyo de parte del estado y no se han desarrollado organizaciones, del propio sector, que les brinde apoyo, que los represente gremialmente ante distintos organismos públicos o privados y trabaje para el desarrollo integral del sector.

En este escenario aparece como evidente que el factor determinante para el crecimiento del sector es el asociativismo en sus diversas expresiones, tanto en la integración vertical como horizontal, tanto en los aspectos gremiales, como desde el punto empresario.

Clasificación de los emprendimientos

Cuando hablamos de emprendimientos productivos hablamos de realizar actividades económicas, de producir bienes y/o servicios, hablamos de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas. Esta clasificación es tomada considerando diversos parámetros. A continuación veremos una clasificación basada en la cantidad de trabajadores y la facturación anual.

Es importante destacar que la forma asociativa no incide en esta clasificación, es decir que por ejemplo una Cooperativa o una Sociedad de Responsabilidad Limitada – S.R.L - puede estar encuadrada dentro de las microempresas, las PyMES o ser una gran empresa.




TAMAÑO DE EMPRESA
Factor
GRANDE
MEDIANA
MICRO
Cantidad de propietarios
Varios dueños
Unipersonales o de varios dueños
Unipersonales o de varios dueños
Cantidad de trabajadores
Más de 250
Entre 10 y 250
Menos de 10
Facturación anual
Más de u$s 30 millones
Entre  u$s 1 y 30 millones
Menos de u$s 1 millones (menos de u$s 500 mil en activo fijo)
Asociación
S.A, Cooperativas
Unipersonales, cooperativas, SRL, S.A.
S.H., Cooperativas, SRL



Dos caminos ineludibles: elaboración del proyecto y selección de la forma
Jurídica

A partir de una idea se deben transitar dos caminos. Por un lado debemos trabajar en el desarrollo del proyecto, establecer claramente cuáles son los objetivos, y cómo vamos a lograrlos.

Por otro lado tenemos que definir quién o quiénes van a llevar a cabo el emprendimiento. Si se trata de una empresa unipersonal, esta fase estaría resuelta, ya que sólo deberemos realizar las inscripciones necesarias que nos habilitan para comprar y vender y comenzar así las actividades empresariales.
Si en cambio, se trata de dos o más personas, entonces estaremos hablando de una sociedad y se debe realizar un exhaustivo análisis sobre las distintas formas asociativas, a los fines de conocer con detalle las características de cada una y poder optar luego por la que más se adecua a nuestros propósitos.


Características del emprendedor

Cuando se habla de emprendedores se habla de personas con condiciones para elaborar, desarrollar y gestionar proyectos de producción de bienes y servicios, personas que necesariamente deben reunir condiciones especiales y ser portadoras de determinadas habilidades y capacidades.

Un emprendedor “siente y vibra” con el solo hecho de pensar en su proyecto, se ilusiona y dedica todo su tiempo y esfuerzo para lograr sus objetivos. Tropieza y se cae, pero se vuelve a levantar y siempre valorará lo aprendido. Jamás admitirá una frustración, sólo considerará experiencias positivas y negativas y siempre estará dispuesto para emprender un nuevo proyecto.

Un emprendedor genera un sin número de ideas y siempre ve la oportunidad, aún en las crisis más profundas. Para él cualquier situación, por difícil que parezca, siempre es mejor que depender de otros o no hacer nada.

Un emprendedor sabe de paciencia y perseverancia, de esfuerzo y dedicación, de éxitos y tragos amargos.

Los emprendedores exitosos no dependen de determinadas políticas públicas, las utilizan para fortalecerse, pero saben que por ser chicos y estar solos deberán triplicar sus esfuerzos para lograr sus metas.

En general son individualistas y les cuesta admitir que necesitan asociarse a otros para contrarrestar sus debilidades y potenciar sus fortalezas. Están siempre ávidos de capacitación, aunque a menudo las urgencias cotidianas no les permiten dedicar el tiempo que quisieran para ello.

Deben ejercitarse en planificación y gestión, necesariamente se transforman en trabajadores, administradores, porteros y gerentes de su empresa, sólo recurrirán a un empleado luego de agotar las instancias dentro de su ámbito familiar, y siempre y cuando estén seguros de que podrán retribuir el trabajo del otro sin afectar sus propios ingresos.

En definitiva, son personas que deben formarse como empresarios mientras “viven” su emprendimiento, aprendiendo de sus propios errores y construyendo su futuro.

Es normal que a la hora de enfrentar el desafío de iniciar un emprendimiento aparezcan dudas y vacilaciones, que surjan muchas preguntas y que por sobre todo el emprendedor sepregunte:

¿Podré llevar adelante este proyecto?
¿Estaré preparado para ser empresario?

Las respuestas a estos cuestionamientos sólo podrán encontrarse en la autoestima del emprendedor, lograr la confianza en si mismo será uno de los factores determinantes para lograr el éxito y enfrentar el lógico temor ante lo desconocido.

¿Quiénes pueden ser empresarios?

Todas aquellas personas que aprenden un oficio y lo desarrollan con racionalidad empresaria, la gente que es hábil para la venta, los profesionales que encaran su profesión como una empresa, los artistas, los distribuidores, los proveedores, los comerciantes, los vendedores ambulantes, los que fabrican, los que diseñan, los que enseñan, los que negocian, los productores, etc, etc, en definitiva todos pueden ser empresarios si adoptan una actitud empresarial para llevar adelante su emprendimiento y si poseen determinadas características empresariales.

Algunas de estas características empresariales son: tener capacidad para fijar objetivos que sean alcanzables, mucha perseverancia, confianza en sí mismo, un profundo conocimiento del negocio que se va a iniciar, capacidad para enfrentarse a los obstáculos y problemas que se presenten y resolverlos, tolerancia a la incertidumbre, no dejarse abrumar cuando el camino no es claro, tener capacidad para planificar las actividades, saber tomar decisiones y fundamentalmente saber escuchar, tener predisposición para trabajar en equipo, integrarse con los demás miembros del emprendimiento y asociarse a otros emprendedores para vencer obstáculos y alcanzar la competitividad, ya que muchas veces solos no podremos.

En muchas personas estas características son innatas, pero sin lugar a dudas es
imprescindible trabajar sobre cada una de ellas capacitándose y ejercitándolas diariamente.

“No importa que cometamos errores, de ellos también aprenderemos, lo importante es vencer la inmovilidad que muchas veces no permite que estas características se manifiesten.”


Lic. Fabián Cid











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